Cosas de la Semana Santa

Yo sabía que la semana santa es especial, sobretodo en Sevilla. No hablo solo de la cantidad de hermandades y pasos que salen por toda la ciudad si no de la cantidad de cambios que se producen en la vida cotidiana de los pobres mortales como yo. El tranvía no circula hasta el final de su recorrido, colocan sillas en la calle para ver las procesiones.. (pasmá me quede cuando lo vi por primera vez), por lo tanto tienes que estar esquivandolas en tu quehacer cotidiano.. Luego están las marabuntas de gente (o bulla propiamente dicha) de un lado para otro, todas con sus mejores galas, que hacen que cuando tu casualmente te encuentras con una prucesion (como dice mi Carmen, jeje) te sientas un bicho raro por ir en zapatillas de deporte, y esa marabunta de gente está tomándose sus cañitas a la vez que persigue a los pasos (otra cosa que me impactó, se va corriendo de un lado para otro para ver los pasos, no se queda uno tranquilamente esperando pasando frío y comiendo pipas como por otras tierras), y esa marabunta se está hasta la una de la mañana o más (lo del recogimiento en semana santa, nada, a la mierda la cuaresma, la abstinencia y todo eso), haciendo jaleo por la calle aunque haya seres mortales que intenten dormir para estar mas o menos decentes en su trabajo al día siguiente.
No, todo eso ya lo he asumido, yo hablo de una cosa que me ha pasado esta mañana y por la que he pensado, esto solo pasa aquí.. Iba yo a las 7:30 todavía con el día entre luces, saliendo de mi casa para ir a trabajar, llevando mi caja de leche llena de papelitos y cartones varios para reciclar como mi buena conciencia medioambiental me ordena que haga. Pues iba yo, toda contenta a realizar mi contribución al mantenimiento del medioambiente directa hacia un contenedor de papel que hay al final de mi calle en dirección al trabajo.... cuando, para mi gran sorpresa, ha desaparecido!! en su lugar hay 3 contenedores pequeñitos, NO de papel, recién limpitos. En mi aturdimiento mañanero, miro a un lado, miro a otro, pensando que igual mi querido contenedor de papel emerge de algún lado diciendo: bromita!! pero no, no aparece, doy una vuelta a los tres contenedores, veo a unos barrenderos mirándome raro, abro uno de los contenedores amago tirar mi papel allí, pero.. mi conciencia me lo impide! no puedo tirar papel a un contenedor que no es de papel y encima recién limpio!! (ya tendré unas palabritas con mi conciencia..) total que me quedo con mi caja de leche en la mano cual neverita del almuerzo y me dirijo hacia el trabajo, siendo, por supuesto, objeto de todas las miradas, ya que una persona que va con una caja de leche llena de papelitos en la mano a esas horas no debe estar muy bien de la cabeza.. Cuando por fin veo un contenedor de papel y me deshago de mi caja y papelitos. Cerca del contenedor esta uno de vidrio que tiene pintado un nazareno con su capirote morado, que da un miedoo, y pienso, hay que ver, que hasta los contenedores los pintan con la semana santa, será esa la razón por la que han movido mi contenedor?? para que pase por ahí la prucesion? Yo sabía que se cortan las calles y todo eso, pero los contenedores?? y sin previo aviso a los que tenemos conciencia medioambiental??
En fin, nunca dejaré de sorprenderme y eso es bueno, la semana santa me dará para muchas aventuras... jejeje.